Vermouth Martínez Lacuesta Reserva no es un vermut cualquiera. Su un doble añejamiento le otorga una complejidad inusual en este tipo de bebida, el punto perfecto para el aperitivo del fin de semana donde percibimos un dulzor y un punto amargo acompañado de notas torrefactas propias de la madera.

Los responsables de ello son la base de vino blanco macerado con un extracto de 24 hierbas aromáticas, con la adición de azúcar quemado para tomas el color ambarino tan característico y, sobre todo, el envejecimiento en roble de dos a tres años más una crianza adicional de siete meses en roble Allier. Con una elaboración así solo podía crearse un vermut de una calidad muy singular.

El vermut de La Rioja tiene nombre y apellido, Vermut Lacuesta, y un secreto, la Conzia, una fórmula magistral para elaborar vermut artesano que se produce desde 1937. Vermut, marianito (medio vermut) o vermut preparado según la combinación de cada uno. Vermut Lacuesta se bebe de muchas maneras. Con caracolillos de toda la vida o con sushi, preparado o solo, de grifo o de botella.

En plena Guerra Civil, los hermanos Martínez Lacuesta decidieron adentrarse en el mundo de los aperitivos vínicos y aumentar su gama de productos. En la década de los años 30 compraron en exclusiva la receta de la conzia a D. José María Jové, catalán de ascendencia suiza.

Esta fórmula artesanal incorpora plantas y hierbas aromáticas de diversas procedencias que, unidas al vino blanco y al envejecimiento en barricas de roble francés, le dan al Vermut Lacuesta su sabor característico que lo hace ideal como aperitivo o como base para cócteles. Desde entonces, hemos investigado nuevas fórmulas para producir diferentes variedades, todas con el distintivo sabor, clásico y contemporáneo, de Martínez Lacuesta.