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Las aguas más puras y la cebada malteada de la región de Speyside contituyen la base del whisky single malt Glenfarclas. La destilería, una de las pocas escocesas que sigue siendo independiente y familiar, lo envejece durante 10 años en barricas, la mitad de ellas empleadas en su día para madurar vino de Jerez. La suavidad y la profundidad son sus principales credenciales. Esta etiqueta atesora varios premios internacionales, entre ellos, sendas medallas de plata en la San Francisco World Spirits Competition 2016 y en la International Wine & Spirit Competition 2016.